miércoles, 5 de febrero de 2014

ESCALIVADA EN VINAGRETA AGRIDULCE

Bocado de escalivada asiática.
Queridos gastropic@s, no es esta la frecuencia con la que este cocinillas aficionado querría compartir sus platillos, pero deber obliga y por ahora tendré que conformarme, para alivio de algunos, con un par de entradas al mes a lo máximo.
Hoy quiero compartir con vuestras mercedes un plato aparentemente veraniego, por presentación y por ingredientes, pero que casa perfectamente  con  carnes a la brasa de las calçotadas o como entrante/cena ligera, a modo de ensalada  de verduras tibia o fría. En conclusión, un plato que no deberíais encasillar en  el verano; sabroso, digestivo y apto para dieta vegetarianas.
A la escalivada tradicional le he añadido una vinagreta de soja y miel, propia de ensaladas asiáticas, que va de maravilla para realzar los sabores verduriles como si del mejor solomillo se tratase. Para amantes de lo clásico, que disfrutan con Raphael y se parten la caja con el sketch de la empanadilla de Móstoles, basta con hacer la típica (y también estupenda) vinagreta;   1 parte de vinagre + 3 partes de aceite + sal.

Ingredientes para 4 o 6 personas:
- 2 pimientos verdes carnosos grandes
- 1 pimiento rojo carnoso grande
- 2 berenjenas
- 1 cebolla grande
- 2 tomates grandes no demasiado maduros, pero de calidad (con que no sepan a leña es suficiente)
- Sal Maldon y pimienta

Para la vinagreta:

- 100 ml de aceite de oliva
- 3 cucharadas de salsa de soja (voy a hacer publicidad; Kikkoman es la que me parece mejor)
- 2 cucharadas de miel
- 2 cucharadas de vinagre de vino o sidra

Preparación;
1.- Precalentar el horno a 180 grados.
2.- Lavar las verduras enteras y hacerles pequeñas incisiones para que no exploten,  pelar la cebolla, rociar todo con aceite de oliva. Asar durante 1 hora aprox.
3.- Mientras se asan las verduras hacemos la vinagreta mezclando los ingredientes enérgicamente con una varilla. Reservamos a temperatura ambiente.
4.- Una vez  templadas pelamos las berenjenas, los pimientos y los tomates. Seguidamente troceamos en tiras estas verduras y salamos ligeramente. Tened en cuenta que la salsa de soja es de por sí salada.
5.- Aliñamos con la vinagreta, dejamos reposar unos minutos y ya podemos servir o bien reservar en el frigo.

Propuestas de acompañamiento;
- Sobre pan de pagès tostado; en este caso hablamos de una "espardenya"
- Con anchoas encima
- Con bonito en aceite de calidad (otra vez publicidad: el que comercializa Lolin de Castro Urdiales, no defrauda)
- Con bacalao desmigado.

Aquí os dejo con un platos de la llamada cocina irreductible catalana aderezado con un toque asiático que le aporta matices y realza los aromas clásicos.


Fuente:

- Ortega, Simone.  1080 recetas de cocina. Alianza, 2011.

domingo, 19 de enero de 2014

Soup & friends: SOPA DE GALETS


Sopa resucitadora. ¡Aleluya!
Después del paréntesis de Navidad y en plena cuesta de Enero aquí estamos con un caldo con origen en el medioevo, de la zona catalano-provenzal. De hecho,  esta receta es de escudella,  pero me centraré en su primera parte consistente  en una sopa, o brou,  o caldo gordo resultante del cocido; ideal para el invierno que nos atenaza. Atendiendo a la perspicacia que os caracteriza ya habréis adivinado que después de tomar esta sopa no es conveniente hacer ejercicios de anillas; aconsejo manta y siesta.

Para dar de comer a 3-4 personillas vamos a necesitar: 
Galets o  la madre de las caracolas. 

- Agua
- 200 g de butifarra blanca
- 200 g de butifarra negra
- 200 g de manita de cerdo
- 1/2 gallina
- 2 patatas
- 2  zanahorias
- 1 tallo de apio
- 1 puerro
- 300 g de col
-100 g de garbanzos
- Sal
- Galets (o pasta al gusto)

Para hacer las pelotillas de carne necesitaremos: 
- 200 g de carne picada de cerdo y ternera
- 2 dientes de ajo picados
- 1 huevo batido
- Miga de pan picada fina
- Perejil picado
- Harina
- Sal y pimienta

Los pasos que seguiremos para su cocinado son:

a) Ponemos los garbanzos en remojo la noche anterior
b) Maceramos los ingredientes mezclados de las pelotillas 1-2 h,  menos la harina y hacemos las pelotitas de unos 0,5 cm de diámetro. Se untan en un poco de harina y se reservan. 
c) Ponemos en una olla express el agua,  los garbanzos, la gallina, la mano de cerdo y las verduras, menos las patatas. Salamos y  cocemos  1 h aprox.
d) Añadimos a la olla las butifarras, las pelotas y las patatas troceadas  y cocinamos 30 min aprox. sin
Escudella, bol que da nombre al plato.
presión en la olla. Se va  retirando la espuma  de la superficie del caldo con ayuda de una espumadera.
e) Cuando los ingredientes estén cocinados (no debería haber desmenuzamientos en ninguno de los ingredientes) se cuela el caldo y se reservan el resto de ingredientes (os aseguro que comeréis de ellos durante una semana; croquetas, garbanzos, ropa vieja, etc. ) Ahora nos centramos en el caldo...
f) Añadimos al caldo la pasta que más nos guste; en este caso unos galets, pasta típica de Navidad que se hará en unos 15 minutos a cocción media y corregimos de sal. No obstante podéis añadir fideos, arroz o maravilla con otros tiempos de cocción. 

El emplatado puede contemplar sólo la pasta que hayáis elegido o bien unas pelotilllas y unos trocitos de butifarra, esto último es muy aconsejable. Aunque solo el líquido con unos cuscurros de pan frito tampoco debe estar nada mal.
Muy caliente, estamos ante un plato único contundente ideal para días de lluvia y frío que hará las delicias de los amantes de la sopa y el caldo.

Fuentes consultadas:

 Corpus Culinari Català. VV.AA, La Magrana, 2011.
 http://sae.altanet.org/houmuni/web/mamt/coleccions/index.php?CATEGORY2=975



domingo, 15 de diciembre de 2013

GELATINA DE CAVA

Una manera de "mossegar" cava...
M'agrada el cava, el bec sovint i com no podia ser d'altra forma  Nadal és una excel.lent ocasió per tastar-lo. Personalment penso que el millor és el cava brut nature, amb poca quantitat de sucre afegit i un perlage molt fi (les bombolletes de gas carbónic  que pujen quan el vertim a la copa), tot i que per gustos  estan els colors....
Si volem que el cava ens acompanyi durant tot l'àpat i no només amb els postres (pràctica que us aconsello tossudament amb carns a la brasa, peix i marisc) el millor és un bon cava brut reserva o gran reserva ; els de la Finca Nadal (grata coincidència) o la casa Gramona em semblen especialment bons. Aquests caves "de guarda" tenen un paladar més potent i complex que els caves bruts més comuns que trobem arreu.
Per fer aquest senzill postre/aperitiu farem servir una varietat de cava semi-sec, amb més sucre afegit. Tot i que no és un tipus de cava que us aconsellaria per beure, ens farà un gran servei en aquest plat ja que ens interessa resaltar la dolçor per tal que contrasti amb l'acidesa dels fruits vermells.  Anem per feina...

Per a 4 racions necessitarem els següents ingredients:
- 700 cl de cava semi-sec.
- 4 fulls de gelatina neutra
- 150 g de sucre blanc
- Uns quants gerds o qualsevol fruit vermell;  nabius, mores,  mini maduixes o fruits de magrana.

Preparació:

a) Hidratem els fulls de gelatina sumergint-los 10 minuts en aigua tèbia.

b)  En una cassola es calenten 100 ml de cava, una vegada calent s'hi afegeixen els fulls de gelatina. Remenem amb paciència...

c)Quan s'hagin dissolt  els fulls de  gelatina, acabem d'abocar la resta de cava  i el calentem, peró poc, si no volem que es perdi tot l'efecte del gas carbónic.

d) Aboquem la barreja en copes aptes per poder introduir culleretes, potser la copa de cava tradicional no és la més adequada. 

e) Deixem refredar a temperatura ambient, hi afegim els gerds en diferents moments; quan més triguem en posar-los més a la superfície es quedaran  a consequència  del procés de quall. Una vegada atemperades posarem les copes a la nevera.

Presentarem les copes amb una fulla de menta. Aquestes copes de gelatina de cava poden ser un excel.lent acompanyament de patès o formatges blaus encara que es poden menjar soles, com a postre.

Ja només resta gaudir del Nadal com més ens agradi...


"El dia de Nadal
posarem el porc en sal
Bombolletes quallades
la gallina a la pastera,
el pollí a dalt del pi,
toca, toca el violí;
ara passen bous i vaques,
les gallines amb sabates,
gallinons amb sabatons;
el vicari fa torrons,
la guineu els ha tastat,
diu que són un poc salats;
Marieta posa-hi sucre
que seran un poc millors;
torrons d'avellana,
torrons de pinyó,
caga tió,
si no et donaré
un cop de bastó."
 Cançó tradicional (Baix Camp)




Fonts:
http://invitadoinvierno.com/postres-reposteria/gelatina-de-cava/

miércoles, 11 de diciembre de 2013

TORTA COMPOSTELANA

Merienda redonda...
 ¡Hola gastrópicos! En esta ocasión os presento un postre excelso de la cocina gallega; la torta compostelana, tarta  de Santiago u originariamente,  torta real. En cualquier caso un delicioso a la par que sencillo bizcocho sin harina de tacto mullido y textura  granulosa. Para los amantes de la almendra.

Receta del siglo XVIII:

" Tomaranse dos docenas de almendras amargas y media libra de dulces y se calentaran en agua para quitarles mas facilmente la cascara y refrescarlas por un breve instante en agua natural. Se meteran en una servilleta para limpiarlas y enjugarlas. 
Hecho esto se moleran en un mortero de piedra, rociandolas de quando en quando para impedir que se conviertan en aceite con una yema de clara de huevo batida . Quando esten bien molidas se mezclaran con 6 claras de huevo frescas, bien batidas y espumosas añadiendo tres hiemas de huebo, media libra de azucar bien seco y pasado por el tambor y una cucharada de arina. 
Y todo bien mezclado y puesto en un perol se va distribuiendo sobre moldes en papel, hechos espresamente como a manera de cuadros imitados a los que suelen hacer para el chocolate y pulverizados de azucar con un poco de arina mezclado a fin de impedir el que no se peguen a causa de la humedad aceitosa de la almendra, se meteran a cocer en un hornillo de hierro o en el que tienen los panaderos. 
El fuego ha de ser moderado tanto devaxo como encima para que recivan un hermoso color de cocidos. Se sacaran del horno para dividirlos o se piegara a proposito interin estan calientes."

Cuaderno de confiteria. Luís Bartolomé de Leybar, 1838.

Aunque se trata de una especie de bizcochitos (cuadros imitados, dice),  esta receta contiene ya en esencia  los elementos y procesos de la actual torta compostelana.

Por si alguno no tiene a mano mortero de piedra u hornillo de hierro os propongo la receta del siglo XXI, protagonizada por la Thermomix, esa máquina endiablada y herética de la cocina de siempre...

Ingredientes:
- 280 g. de almendra cruda y pelada.
- 200 g de azúcar blanco.
- 4 huevos camperos.
- Piel de un limón (solo lo amarillo)

Procedimiento:

a) Precalentamos el horno a 180º

b) En el vaso muy seco pulverizamos 50 g de azúcar, 10 seg. Vel 10. Reservamos.

c) Pulverizamos las almendras, 20 seg. Vel 8-10. Reservamos.

d) En el vaso muy seco pulverizamos el resto del azúcar junto con la piel del limón, 15 seg. Vel 10.

e) Añadimos los huevos y las almendras molidas a la mezcla de azúcar y limón, 10 seg. Vel 4-5. Debe quedar ligada y con textura semi líquida.

f) Vertemos  la mezcla en un recipiente circular y poco profundo previamente engrasado con mantequilla.

g) Horneamos 20 minutos a 180º. Debe tomar un "hermoso color de cocido", esto es, bien tostadita.

h) Con ayuda de un colador fino espolvoreamos  los 50 g de azúcar glass que habíamos reservado sobre la torta. Si lo tenemos aplicamos un molde de cartón con la forma de la cruz de Santiago para dejar su silueta no espolvoreada.

Resultado: una merienda nutritiva y sana, excelente acompañada con una copita de mistela.
 Como despedida, esta otra joya gallega...



Fuentes:

www.dehistoria.net/wp-content/uploads/.../dehistoria_tarta_santiago1.pdf

sábado, 30 de noviembre de 2013

EL SABOR

Consomé vegetal de los hermanos Roca.
¿Qué es el sabor? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de saborear un alimento? Un respuesta espontánea podría ser que el sabor es la sensación que tenemos al comer. Un excelente hígado de ternera encebollado, lo cortamos, gotea jugo y lo masticamos mientras las papilas se ponen a trabajar. Extraemos el cuerpo churruscadito del caracol  a la llauna  y nos recreamos en sus matices picantes y ahumados...

Un buen número de vosotros, amables lectores, habrá sentido asco ante tales degustaciones lo que me lleva a pensar que el sabor es algo más que la pura detección de moléculas por las papilas gustativas; es algo que pone en marcha sentidos, recuerdos y expectativas: saborear es una experiencia multisensorial. El sabor no se aloja solo en la boca, tampoco solo en la nariz; intervienen estructuras cerebrales profundas relacionadas con el placer, la emoción y las vivencias pasadas. Por este motivo las mismas moléculas del higadito encebollado generan una agradable experiencia gustativa a unos y arcadas a otros.

La cocina actual no es ajena a esta realidad. Veamos como:

Restaurante The Fat Duck (Inglaterra): algunos platos vienen acompañados por un Ipod con música relacionada con el producto y que matiza la percepción de su sabor (mas o menos dulce, por ejemplo)

Paco Roncero (Madrid): presenta un plato de marisco sobre una película de fondos marinos.

 

Juan Mari Arzak (Donosti): nos propone un particular momento gastronómico  ayudado por una vajilla que se ilumina en consonancia con el peso y la temperatura del alimento.

Todas estas experiencias no son un esnobismo culinario, sino que más bien demuestran la faceta poliédrica del sabor y como el cerebro hace una construcción de lo que comemos con la información gustativa, visual y auditiva.
Si aceptamos esta premisa en la experiencia del comer se multiplican las posibilidades de disfrute en la mesa (y también en la cocina). Recientes estudios científicos nos llevan a pensar que el contenido de nuestro pasado, nuestras coordenadas culturales y el ambiente inmediato condicionaran en gran medida el sabor de un plato. Si modificamos estas variables para un mismo producto aparecerá tan gustativamente diferente como modificaciones hayamos introducido.

Taller audiovisual de Roncero

Desde Oxford nos llegan estudios que avalan que el timbre agudo resalta el sabor dulce y el grave, el amargo, con lo que modificando el sonido podemos conseguir uno u otro matiz gustativo. Incluso el mismo sonido del alimento al ser masticado condiciona su disfrute. Si incorporamos un micrófono adherido a  nuestra mandíbula que amplifica el sonido del masticado de una patata chip, de manera que suena mucho más crujiente, la experiencia del disfrute mejora considerablemente,



Esta complejidad en la percepción del sabor también nos puede jugar malas pasadas. A menudo tendemos a pensar que un vino caro sabe mejor que uno barato, o que una etiqueta atractiva anticipa un producto delicioso. Unas veces sí, pero otras...

Incluso el tacto de los cubiertos puede modificar el gusto de manera que una cucharilla ligera hace percibir el yogur como de mayor calidad que cuando usamos una cucharilla más pesada y gruesa.

Con toda esta información que la ciencia vuelca en los fogones se nos ofrece la posibilidad de disfrutar de mil maneras distintas de nuestro ágape a la vez que comprendemos mejor el porqué de muchas de nuestras conductas en la mesa. A fin de cuentas todo esto ya lo intuimos cuando vamos a un restaurante con buen jazz , manteles de tela y copas anchas de cristal fino. Y también cuando elegimos nuestra taza de café favorita o decimos aquello de "Quien en la mesa canta, un sentido le falta" .Con todo ello perseguimos un momento gastronómico gozoso en el que los alimentos  transcienden lo material y se convierten en moléculas emocionales, casi espirituales.




Fuentes:

http://elsurcodeltiempo.blogspot.com.es/2013/07/g70-el-celler-de-can-roca-girona.html

http://blogs.cuina.cat/olletadeverdures/2010/06/27/el-celler-de-can-roca-tocant-el-cel/

http://la-cocina-creativa.blogspot.com.es/2013/03/paco-roncero-taller-parte-i-fantasia-y.html

http://www.revistaentrelineas.es/30/entretemas/la-ciencia-del-apetito?page=0%2C2

domingo, 24 de noviembre de 2013

CHRISTMAS PUDDING

 "Estuvo en la iglesia, recorrió las calles y contempló a la gente que iba presurosa de un lado a otro, dio a los niños palmaditas en la cabeza, interrogó a los mendigos,  miró curiosamente las cocinas de las casas y luego miró hacia las ventanas. Y notó que todo le producía placer. Nunca imaginó que un paseo -una cosa insignificante- pudiera hacerle tan feliz. Por la tarde dirigió sus pasos a casa de su sobrino." 

Canción de Navidad, Charles Dickens (1843) 


Dulce y aromático pudding de las Navidades del pasado...
Con esta entrada y con esta receta me vais a permitir ponerme dulzón y hasta empalagoso  ¿Cómo no mencionar el christmas pudding y  a Dickens  en la misma entrada?
Recuerdo con entrañable nostalgia las Navidades de la infancia en las que casi se me aparecían los fantasmas de tanto leer, ver e interpretar esta historia; si, llena de estereotipos pero también de estampas genuinamente navideñas. Por contexto cultural deberían ser Els Pastorets o el dimoni escuat mis referentes de estas fechas, pero no; quedé año tras año, y por alguna fantasmagórica razón, prendado de esta novela de factura victoriana gracias a la cual conozco palabras como deshollinador o paparruchas.
Hoy en día no puedo dejar de ver en  Canción de Navidad   una narración fruto de una conciencia castigada por las injusticias que la industrialización  salvaje del XIX  generaba en la clase trabajadora, sobretodo en los niños. Esta historia debería servir para que no se vuelva a repetir una situación  de tan magna injusticia. Pero tristemente se está repitiendo y hoy vemos pasmosamente como la caridad sustituye a la justicia.
Els Pastorets por Tricicle: Navidad punk.
Bueno, volviendo a la cara mas amable de la época victoriana os presento un postre que con toda seguridad comieron Scrogge y su sobrino sentados junto a la lumbre y viendo nevar calladamente por la ventana.
 El christmas pudding se suele elaborar cinco semanas antes de Navidad y se deja macerar al fresco (yo os aconsejo la parte menos fría de la nevera) regándolo de vez en cuando con brandy.
En el quinto domingo antes de Navidad de la liturgia anglicana  se reza  una oración que empieza así "Stir up, we beseech thee, o Lord, the wills of thy faithful people..." (Remueve, Señor, las voluntades de tus fieles...) de ahí que se elabore este domingo el pudding, "removiendo" todos los ingredientes tal y como indica la receta. Dice la tradición que cada miembro de la familia debe remover la mezcla pensando en un deseo.
Originariamente la mezcla se conservaba envuelta en un paño y colgada de un gancho durante las semanas previas a la Navidad pero,como os comentaba,  por higiene seria mejor conservarlo en la nevera dentro de un recipiente hermético que no sea de plástico.

Vamos allá. Necesitaremos un buen número ingredientes navideños, o lo que es lo mismo;  muy calóricos:

- 100 g de azúcar moreno.
- 100 g de mantequilla.
- 200 g de pasas (100g sultana y 100 g corinto)
- 70 g de fruta escarchada troceada
- 50 g de harina
- 50 g de pan rallado
- 30 g de almendras partidas
- 30 g de nueces partidas
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de  de nuez moscada molida
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de clavo molido
- 1 pizca de sal
- 60 ml de brandy.

 ¡Ufff! quizás no hayáis podido recopilar todo esto; pensad que  en semejante festival de matices gustativos ningún paladar exquisito notará la ausencia de uno o dos ingredientes...

La preparación sin ser compleja si precisa  bastante tiempo:

a) Engrasaremos un bol de aluminio u otro metal  en el que mezclaremos  los huevos y el brandy.
b) Añadiremos el resto de ingredientes  y removeremos bien, con o sin deseo.
c) Sellamos el bol tapándolo con una capa de  papel vegetal y otra de papel de aluminio que sujetaremos con una cuerda de cocina.
d) Pondremos el bol al baño maría  durante no menos de dos horas.  Añadiremos agua conforme se vaya evaporando.
e) Una vez cocinado al baño maría retiramos los papeles y los sustituimos por otros nuevos. Volvemos a atar y reservamos en un lugar fresquito (preferiblemente el frigo) durante ¡cuatro semanas!
f) Cada 5 días regaremos con un chorro de brandy y cambiaremos los papeles.
g) Antes de servir  lo pondremos al baño maría otro par de horas y rociaremos de nuevo con brandy (ay, madre qué cogorza...) que flamberaemos ante el estupor del público. No hay término medio, o triunfamos o se calcinan las cortinas...

Tarjeta navideña impresa de Sir Henry Cole (1843);
repleta de buenos deseos y puritarismo victoriano


Fuentes:

http://www.bbc.co.uk/food/recipes/richchristmaspudding_8935

http://mentalfloss.com/article/26650/first-christmas-card-was-sent-1843

http://www.tricicle.com/en/production_gallery.php?ProdID=216&PhotoNum=0







viernes, 25 de octubre de 2013

SALTEADO DE REBOZUELOS Y TROMPETAS DE LA MUERTE CON BUTIFARRA


Otoño en la mesa.
La setas son al otoño como finales de octubre  es a los muertos. Todos estos conceptos se mezclan en la receta que hoy os presento... no asustarse, líbreme el Señor de la necrofagia. Este salteado lo componen elementos puramente otoñales, pero sobre todo comestibles: el rebozuelo (también rossinyol o Cantharellus cibarius) y las trompetas de la muerte (Craterellus cornucopioides), con ciertas reminiscencias fúnebres; debe ser porque estan que te mueres... Ambas setas poseen una curiosa forma atrompetada que hace necesaria una limpieza apurada de la tierra que puedan contener; siempre en seco, con un cepillo o pincel.  La butifarra es intemporal y los que me conocéis  sabréis que le tengo afecto y cariño, así que la he añadido porque sí, porque me llena de orgullo y satisfacción. 


El resultado es una mezcolanza más contundente de lo que podría parecer. Si bien estas setas suelen cocinarse como guarnición, en este caso, al añadirle butifarra, nos encontramos ante un plato bastante completo; ideal para una cena intensa o una comida ligera (el desayuno de setas todavía no lo he probado) El caso es que se trata de un plato  de cocinado sencillo y lleno de contrastes como el aroma terroso  de las setas infiltrado por el  sabor graso y sutil de la butifarra; vamos, que está muy bueno.  Manos a la obra, vamos a necesitar:
- 250 g de rebozuelos frescos y limpios (7 €) Si  tienes intención de consumir más cantidad debes saber que  más  de 100 o 200 kg de esta seta en un tacada resultan tóxicos  por contener trazas de  amanitinas
Rebozuelos, tan simpáticos con sus poquitas amanitinas.
- 250 g de trompetas de la  muerte frescas y limpias (5 €)
- 200 g de butifarra blanca troceada en dados muy pequeños
- 1 cebolla pequeña
- 1 ajo laminado
- Sal y aceite de oliva.

Para preparar el salteado procederemos así:

1.- Laminamos el ajo  y picamos finamente la cebolla. Añadimos una pizca de sal y  ponemos a pochar a fuego medio-lento.
2.- Troceamos las setas  con un tamaño medio (tened en cuenta que tienden a menguar con el cocinado)
3.- Añadimos la butifarra  troceada a la sartén del ajo y la cebolla ya pochada.
 Trompetillas espatarrantes...
Mantenemos a fuego medio unos 5-8 minutos.
4.- Añadimos las setas, mantenemos a fuego medio unos 5-10 minutos mientras removemos, hasta que veamos que adquieren una textura tersa (algo así como cuando la pasta está  al dente...) y por último salamos al gusto antes e servir
5.- Podemos  emplatar a modo de timbal regado con aceite de albahaca,  como en  la foto,  o bien sobre tostas a modo de bocadito. En cualquier caso el otoño va a saturar vuestras papilas sin que lo podáis remediar...

¡Buen provecho y mejor Halloween!





El muerto al hoyo y el vivo al bollo...