miércoles, 19 de junio de 2013

EUSKAL PASTELA CON MERMELADA DE CEREZAS o CASI



Si, gastrópicos, casi. Muy alegremente me dispuse el pasado fin de semana a elaborar un interesante postre que localice en el blog repostero Biscayenne . La autora ya avisó de alguna dificultad en su elaboración, en concreto para cubrir  la base y el relleno con la misma  masa. ¿Quién dijo miedo? ¡Qué osada es la ignorancia! Durante la elaboración de la base, todo iba bien; la cremita no demasido dulce y con aroma, como me gusta,  y la mermelada, bastante decente. El problema, el incidente, la catastrofe, el apocalípsis, los Mayas y la madre del cordero vino cuando  trataba de de cubrir  el pastelito, os dejo un video ilustrativo de lo que pasó: 
 

... (No comment) 
 En definitiva,  estáis leyendo la crónica de un fracaso anunciado... Y como a veces es bueno ser  obstinado y terco no me contenté con el sentimiento de  ser un looser, un piltrafilla , un cocinillas con mi euskal pastela espachurrada así que decidí rehacer aquello. Como además de terco no tengo vergüenza  aquí os presento el resultado de la operación salvación duradera del  pastelillo... ya me lo perdonaréis.  El caso es que el resultado no estaba nada mal.  Os explico cómo lo he hecho:

Ingredientes:
- Para la masa:
280 g de harina
100 g de almendra molida
200 g de mantequilla fría en dados
100 g de azúcar
3 cucharadas de patxarán
una pizca de sal
- Para la mermelada de cerezas (que de por sí está deliciosa):
300 g de cerezas
100-150 g de azúcar
La carne de un limón (sin cáscara ni piel blanca)
- Para la crema:
500 g de leche entera
piel del limón que hemos descarnado (!retirad las pielecillas blancas¡)
2 yemas
media rama de canela
40 g de azúcar
30 g de maizena

Elaboración:
a) Preparamos la masa; mezclamos bien  la mantequilla, la harina, la almendra, el azúcar  y la sal.  A parte batimos los huevos con el patxarán. Lo mezclamos todo, amasamos y reservamos en  frigo. Esta masa es  más maleable cuanto más fría esté, en cuanto se calienta se desmorona, así que durante el estirado igual hay que meterla en el frigo un par de veces  interrumpiendo el proceso.
b) Hacemos la crema: llevamos a ebullición la leche con la piel del limon y media barra de canela en rama. Retiramos y dejamos que se entibie, mientras tanto batimos las yemas con el azúcar y la maizena previamente disuelta en un culín de leche fría. Mezclamos con la leche tibia y volvemos a hervir removiendo hasta que espese (¡un poco!, al enfriarse  espesara un 10-20% más) Reservamos tapado en  frigo.
c) La confitura la he hecho con la Thermomix:  primero deshueso las cerezas (mariposa, 20 seg, vel 3), retiramos los huesos y añadimos el resto de ingredientes  a 15 minutos, varoma, vel 1.
d) Estiramos la masa con la ayuda de dos hojas de papel vegetal, arriba y abajo hasta que tenga un grosor de unos 0'5 mm. Engrasamos el molde, colocamos la  masa  y añadimos el relleno, primero la crema y encima la mermelada de cerezas. Aviso apocalíptico:  si alguna de las dos capas queda demasido líquida se acabó el invento.  Hornear con ventilador 30 minutos  a 180ºC.


Ésta era la idea...
La masa recuerda  las famosas bases hechas con galleta maría, pero con un aroma y sabor más sofisticado, la crema contrasta a la perfección con la acidez de la cereza; una delicia.  Si os gustan los postres dulces, podéis añadir algo más de azúcar a las fases de la elaboración. 

Prometo que la próxima  euskal pastela será la de verdad... 




Fuente de la foto:






domingo, 16 de junio de 2013

COCA CON CEREZAS

 La coca con cerezas, en catalán, coca amb cireres tradicionalmente se  consume  en torno al día de Corpus en Reus (Tarragona) Mi memoria infantil está plagada de recuerdos en torno a este postre, su sabor, su color, la escarcha de azúcar  encima de aquel esponjoso bollito con chorretones de color vino... La mañana del jueves de Corpus íbamos los niños y niñas, las maestras y los mayores, els gegants y els capgrossos  a la plaça del Mercadal y nos poníamos morados a comer coca amb cireres (y a escupir sus huesos o pinyols) Cuando salí de Reus me parecía imperdonable que el mundo mundial no conociera este excelente manjar, ¿cómo habrán  podido perdurar sin probarla? Alguien me dijo entonces que eso de comer un dulce con cerezas enteras era algo cuando menos peligroso para empastes y fundas...
La siguiente receta es un intento de fusión entre la tradición y la necesidad de preservar nuestras ya de por sí dañadas dentaduras. Esta coca está inspirada en la propuesta de Mariona Quadrada, una cocinera y escritora reusenca cada vez más reconocida  de la que tuve la suerte de recibir un curso de cocina cuando aún era un mocoso.  Empezamos...

Delicias de Reus.
Ingredientes: 
* Para la coca:
- 150 cl de leche
- 500 g de harina
- 80 g de azúcar
- 50 g de mantequilla a temperatura ambiente
-  3 huevos
- 25 g de levadura prensada
- ralladura de un limón
- 12 g de sal
- 60-100 g de cerezas maduras deshuesadas  embadurnadas en azúcar al gusto.


* Para el coulis:  
- 200 g de cerezas maduras
- 1 cucharada de azúcar
- zumo del limón que hemos rallado
- 80 ml de agua

Procederemos de la siguiente manera:
a) Elaboramos el coulis de cerezas deshuesando las cerezas y batiéndolas junto con el resto de ingredientes. Debe quedar más bien líquido. Reservamos a temperatura ambiente.
b) Deshacemos la levadura en  la leche caliente y añadimos en un  bol junto con 125g de  harina, trabajamos bien con la varilla. Dejamos fermentar en el microondas hasta que doble el volumen.
c) Añadimos el resto de ingredientes de la coca y volvemos a trabajar bien con la varilla (si se quiere Thermomix 15seg al nº6)
d) Boleamos (¿existirá este verbo?, bueno ya me entendéis) la masa en porciones de unos 100g y pintamos con aceite. Dejamos reposar unos 30 minutos.
e)  Estiramos la masa hasta que tenga un grosor de 1cm aprox.  Damos la forma deseada; en este caso las he cortado con timbales de diferente diámetro, quedando unas cocas con perfecta forma redonda.
f) Disponemos  el coulís sobre la coca estirada, bien con pincel, bien con una cucharilla y rematamos con una generosa ración de cerezas embadurnadas en azúcar encima de cada coca. 
g) Horneamos a 180º durante 15-20 minutos con ventilador por arriba y abajo. 

Aquellos maravillosos años...
Y ya tenemos este típico postre de Reus en el que hemos prescindido de los huesos para evitar inesperadas visitas al dentista, aunque con el azúcar a la larga va a ser inevitable  visitarlo. Pero qué disfrute, qué jolgorio degustar este dulce con el sonido de gralla de fondo y las faldas del gegants al viento... El coulis aporta un plus de sabor e intensidad a la masa que se complementa con las cerezas deshuesadas  que nos devuelven a la estética tradicional de esta coca.

Bon profit!


Fuente: 


martes, 11 de junio de 2013

RAVIOLIS DE BUTIFARRA CON SALSA DE MANTEQUILLA Y HIERBAS

Vianda  catalano-italo-francófona.
 Nunca dije que este blog fuera de recetas sencillas... ésta no lo es, pero el resultado es espectacular. Mezclando dos grandes tierras hermanas, Catalunya  e Italia, he cocinado este plato que se complementa con una salsa típicamente francesa de textura cremosa y matices cítricos. Vamos a necesitar...

Para la masa de raviolis:
- 3 huevos
- 400g de harina
- una buena dosis de Reflex spray para la contractura en la espalda.

Para el relleno:
- 1 cebolla grande
- 300 g de butifarra negra cocida

Salsa de mantequilla y hierbas:
-80 g de chalotas
- 200 ml de vino blanco
- 2 cucharadas de vinagre (preferiblemente de manzana)
-150 g de mantequilla en terrones
- 30 g  de albahaca fresca
- 30 g de cebollino
- 20 g de perejil fresco
- sal y pimienta al gusto

Atrezzo:
-  una zanahoria y un calabacín pequeños cortados en juliana.

Aparataje:
 - Cortador de pasta tradicional
 -  Pincel 
 - Varilla
 - Rodillo
Ravioleitor

Cocinado:
a) Formamos un volcán con la harina, vertemos los huevos en el cráter y amasamos hasta conseguir una masa compacta y algo dura. Podemos corregir con agua o con más harina. Reservamos.
b) Hacemos el relleno: pochamos la cebolla cortada finamente con un pellizco de sal, seguidamente añadimos a la cebolla  la butifarra cortada de la misma manera (no olvidéis retirar el pellejo) En este momento un delicioso aroma inundará vuestra cocina. Sofreímos 2 o 3 min.  Reservamos.
c) Estiramos la masa muy finita y hacemos dos rectángulos iguales (esto va a costar; tened a mano el Reflex). Distribuimos  el relleno  por uno de los rectángulos en forma de bolitas. Pintamos con agua la masa que no contenga relleno.
d) Disponemos el otro rectángulo encima y apretamos bien los montículos que forman las bolas de relleno, no debe quedar aire entre las dos capas de masa. Cortamos los raviolis.
Llegados a este punto podemos optar por congelar para otro día o empezar con la salsa. Yo hice lo segundo.
La salsa de mantequilla y hierbas la cocinaremos en tres sencillos pasos:
         1º.- Rehogamos las chalotas picadas con el vino y el vinagre hasta que se reduzca el líquido.
         2º.- Emulsionamos añadiendo poco a poco los terrones de  mantequilla y removiendo con la varilla.
        3º.-  Añadimos las hierbas  cortadas finamente y salpimentamos (podemos triturar la salsa con mayor o menor intensidad, al gusto)

Para terminar (¡uff!) blanqueamos la zanahoria y el calabacín. Darán el toque final al plato.

El emplatado se hace en caliente (para este menester mantendremos los ingredientes  al vapor) con cuatro unidades por persona es suficiente, un par de cucharadas de salsa y on the top la juliana de calabacín y la zanahoria. 
El resultado es un contraste de sabores bastante interesante; por un lado la butifarra aporta  su característico y sutil aroma y por otro la salsa aligera la contundencia de la pasta y el relleno con toques ácidos y cremosos, aunque no os dejéis engañar; está hecha de mantequilla... En resumen un plato estupendo que requiere su tiempo; aunque pensándolo bien, ¿existe mayor placer que consumir el tiempo entre fogones?

¿Preparados?






sábado, 8 de junio de 2013

GAZPACHO DE HIERBABUENA Y ALBAHACA

Este viernes, en la Feria del libro, tuve el placer de saludar a Mikel López Iturriaga, periodista, cocinero y autor del blog El Comidista. En este espacio inclasificable propone recetas bastante fáciles y con un aire modernillo siempre aderezadas con  divertidos comentarios,  muchas veces hilarantes. Tengo que confesar que es una inspiración para este humilde blog, salvando  abismales diferencias, claro.

Platillo para el verano que todavía no es.

El caso es que Mikel me pareció un tipo coherente con su blog, habla como escribe y hasta se parece pasmosamente a el de la  foto.  Me cayó bien.
 De este buen rollito  hoy me he puesto con su gazpacho de hierbas, con algunas leves modificaciones.  Me ha parecido original, buenísimo y muy fresco.

Para empezar necesitamos:
Si Mikel lo dice, será verdad...
- 50g de hojas de hierbabuena.
- 50g de hojas de albahaca fresca.
- un calabacín pequeño.
- 100 ml de aceite.
- 3 cucharadas soperas de vinagre.
- 100 g de pan de molde.
- 2 huevos.
- medio ajo.
- sal.
-500 ml de agua.

Procedemos de la siguiente manera:
a) Ponemos a hervir un litro de agua en la que escaldamos la hierbabuena y la albahaca durante 1 minuto y acto seguido las ponemos en agua helada para cortar la cocción. Colamos y reservamos.
b) En ese mismo agua  escaldamos  3 minutos el calabacín en  trozos grandes. Hacemos lo mismo que con las hierbas y acto seguido ponemos a hervir los huevos 10-15 minutos volviendo a aprovechar el agua.
c) Desmigamos el pan y lo remojamos con el vinagre y algo de agua.
d) Ponemos todos los ingredientes en la Thermomix (Mikel usó la batidora) y meneamos bien durante 2-3 minutos, progresivamente hasta llegar a 10. Debe quedar con textura líquida pero ligada y de un color verde pálido con motitas más oscuras. Se sirve bien frío y acompañado de los palmeros habiltuales en el gazpacho; virutas de jamón, manzana, pepino y hasta picatostes...

Como os decía, me parece un plato lleno de sabor y  muy original, la menta aporta un toque de frescor que se acompaña de la intensidad  de la albahaca (sin duda mi aromática preferida, alma de excelentes salsas como la Pesto

Espero que os animéis a probarlo si de una vez por todas llega el bendito verano...


Fuente: